Todo el capítulo que estás viendo enfrente de tus ojos comenzó un 16 de julio del año 1994 en la hermosa, pero PELIGROSA ciudad de Caracas, Venezuela. 

Nunca fui de dar problemas, fui creciendo como un chico callado, más bien solitario.

Pero sentía que tenía algo DIFERENTE dentro de mí, que los demás NO.

Y debido a ser diferente, y querer pensar, me encontré con un GRAN problema.

A la gente no le agradan las personas QUE PIENSAN.

Y eso me dejaba únicamente 2 opciones: 

• O me convertía en un líder y dirigía un grupo de personas es decir, niños de seis años, la edad que yo tenía

• O me convertía en el enemigo público número uno. 
  
  

No supe liderar con eficacia y me acabé convirtiendo en ese enemigo público número 1, incluso de los que había intentado liderar.

Con lo que para mí fue natural crecer entre numerosos episodios de bullying y acoso escolar

Que me enseñaron a través del dolor y la humillación que la única persona que iba a tener siempre a mi lado…

…iba a ser YO MISMO.

Y que si no me llevaba bien y fortalecía a esa persona, iba a tener muchos problemas en la vida, siendo una eterna víctima, por falta de claridad, decisión y fortaleza.

Como la última bala que guardas en el cartucho, mi madre decidió emprender una vez más, al ver el futuro de su familia comprometido

Mientras mi padre, después de despojar cierta cantidad de furia física, abandonaba el barco para deshacerse del miedo y el añoro por su país natal.

¿Cómo es posible que no sea capaz de proteger a mi madre, a mi familia, y más importante a mí mismo? 

Sentía una responsabilidad enorme por la situación económica, como si yo mismo lo hubiera generado. 

Nunca pedía dinero, pero tampoco nunca lo buscaba, como si el fracaso ya fuera el único resultado que iba a poder vivir.

Entonces las preguntas que rondaban mi mente eran…

¿Cómo ser más fuerte? ¿Cómo ser mejor? ¿Cómo ser respetado? ¿Cómo conseguir lo que quiero? 

De esa forma yo me estaba adelantando a problemas que ni siquiera muchos adultos llegan a descubrir cuando se van a la tumba.

Estatus, validación, poder, dominio

Fue pasando el tiempo y la idea de tener que ser más fuerte colapsó llegando a una verdad. 

Al final lo entendí todo, o cazas o eres cazado. 

De pequeño piensas que los adultos saben lo que hacen y tienen todo bajo control, hasta que vas creciendo. 

Entonces te das cuenta que tan solo ocupan una posición, una máscara, y que debajo de ella hay un pesado cúmulo de inseguridades y episodios no resueltos y no integrados que hacen mella

Los cuales se ocultan mediante, gratificación instantánea, placer, compañía barata y otras distracciones. 

Yo en cambio sabía que siempre sería una buena persona, pero no lo podré ser siendo débil mientras existan las malas personas. 

De algún modo, la psicología dura siempre vivió en mí.

Me di cuenta que ser débil siempre fue una elección y que es la decisión de la mayoría de las personas. 

Así que fui afilando mis atributos físicos a la par que los mentales.

Y el movimiento del cuerpo humano me atraía por lo cual, de esa forma mi guerrero interior me llevó a iniciarme en el mundo de los deportes de contacto, es decir EL COMBATE.

Siempre tuve un pro y una contra. Eran la misma. Pensar demasiado. 

Lo mismo que puede elevarte es lo mismo que te está manteniendo hundido si no sabes usarlo y proyectarlo bien. 

De esa forma, aunque muchos creen lo contrario por mi fortaleza y mi disciplina, siempre he sido mi peor enemigo a la par que mi mejor mentor. 

En los años de adultez, de los 20 a mis 30 actualmente, he aprendido que un sueño tan solo…

Tan sólo puede ser una baza para mantener un comportamiento que haga que la mente pueda estar cómoda sin tener amenazas nuevas, la amenaza de la grandeza. 

Pagar el precio del fracaso y el dolor del esfuerzo creyendo en ti mismo, por el cual detrás está tu sueño y la mejor vida que siempre pudieras haber vivido, es el denominador común a evitar para la mente.

Evitación mediante el placer instantáneo, la gratificación inmediata, el consumo, los malos hábitos, las adicciones, el placer sexual y la procrastinación. 

En un mundo donde el tiempo vuela y siempre posponemos nuestros sueños para el futuro, sin saber vivir el momento presente, por falta de concentración y agallas, es la receta ideal para la locura, el sufrimiento, el dolor y el arrepentimiento.

Debido a esto, encontré la forma de plasmar con lo que antes solo podía soñar en resultados reales y tangibles

Lograr llevar el sobre pensamiento a la certeza, la duda a la acción, y los problemas a finalmente los logros.

Y es por eso que creé la Psicología Dura…

La metodología más eficaz y rápida para llevarte a lograr todo aquello que quieras conseguir.